Barrio Chino en Buenos Aires en pleno festejo del cambio de año |
Probablemente, muchos lo sepan por ser seguidores del horóscopo chino, pero bien vale recordarlo… esta noche, pues, se despide el año de la serpiente y da inicio el del caballo.
¿Y de dónde proviene la costumbre de nombrar a los años con animales? Se trata de una leyenda mítica, que -como en todas las culturas- tiene sus variaciones. Algunas historias relatan que fue Buda y otras el Emperador de Jade (que gobierna el cielo) quien organizó una carrera entre los animales para homenajearlos en los segmentos del zodiaco que duran un año, a diferencia del occidental, que duran un mes.
La competencia se llevó a cabo a través del monte y el lago, como para que ninguno de los corredores tuviera alguna ventaja extra. Cuenta la leyenda que llegados a la orilla del lago, la rata pidió ayuda al buey para que la cruce, y éste -por ser un animal bueno y trabajador- se la concedió, cargándola en su lomo. Casi con el recorrido terminado, la rata saltó a tierra para aventajarlo y fue la primera en llegar, y el buey el segundo. Luego arribaron el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo. El Emperador, entonces, fue concediendo a cada animal, según el orden de llegada, un segmento del zodiaco, y les otorgó el don de que rigieran sobre los humanos nacidos en sus respectivos periodos según su forma de ser.
Algunas curiosidades cuentan que no hay gato en la lista por culpa de la rata. Según la leyenda, estos dos animales eran muy amigos, pero la rata también es muy ambiciosa, y como veía en el felino un buen competidor, le dijo que la carrera se llevaría a cabo un día después de la jornada indicada. Desde ese momento, ambos seres están enemistados a muerte… Claro que al gato, por otra parte, le esperaba un mejor trato en la mitología egipcia.
El último puesto fue del cerdo, y esto se debió a que, según el mito, a poco de comenzar la carrera el chancho se cansó y se puso a comer para reponer fuerzas, lo que hizo que perdiera más tiempo que el resto, que también tuvo sus complicaciones durante la competencia.
Una contradicción de este cuento es que ubica el hecho tan lejano en el tiempo, que los chinos aún no habían inventado un medio para medirlo, pero también sitúa la competencia como uno de los festejos del cumpleaños del Emperador de Jade… Seguramente son cosas de dioses que escapan al conocimiento de un simple humano que ni siquiera es oriental.
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