Primera noticia del "incidente Roswell" |
Sucedió en la primera semana de julio de 1947, cuando un granjero de Roswell, Nuevo México, salió a recorrer sus tierras, luego de que la noche anterior se produjese una fuerte tormenta. Durante su inspección notó que había pequeños fragmentos metálicos dispersos en el terreno. A medida que avanzaba, esta "chatarra" tenía mayor tamaño. Cuentan los registros que de pronto se encontró con una zanja ancha y poco profunda de tierra, como si hubieran sacado una lonja del terreno.
Asustado, W. Brazel tomó unos trozos de metal, e hizo la denuncia. A partir de ese momento, nada volvería a ser igual, no sólo para él, sino para toda la ciudad.
Para intentar comprender qué sucedió en la cabeza de los habitantes, hay que situarse en tiempo y espacio. La Segunda Guerra Mundial estaba prácticamente recién terminada, y se encontraba en sus etapas iniciales la denominada "Guerra Fría", un enfrentamiento solapado, desarrollado entre amenazas nucleares y espías, que se produjo entre los Estados Unidos y la Unión Soviética (como actores principales).
La psicosis por la amenaza nuclear era grande, luego de que los Estados Unidos atacaran las ciudades de Hiroshima y Nagasaki con un arma desconocida e inusitadamente letal: la bomba atómica.
En cuestión de horas, el "incidente Roswell" se convirtió en asunto de alta seguridad para el gobierno, al menos hasta que se supiera qué había sucedido, o para que no se filtrara información si el aparato caído pertenecía al ejército. La zona fue cerrada por los militares y el flujo "oficial" de información se cortó abruptamente.
Algunos pobladores cuentan que Brazel habló de trozos de metal con caracteres indescifrables (bien podrían haber sido en idioma ruso o "marciano"), y otros recordaron haber presenciado avistamientos de luces extrañas sobre la zona durante ese año.
Varios días después (el 8 de julio) la noticia se filtró en la prensa escrita... el mito extraterrestre había nacido.
Entrada al museo, en el 114 North Main Street |
Volviendo a Roswell, más allá de las teorías conspirativas, y los cuerpos de los extraterrestres que, según dicen, trasladaron a un lugar "secreto" en el Campo de Pruebas y Entrenamiento de la Fuerza Aérea, llamado "Área 51", la historia de Roswell cambió la vida de ese pueblo, que se reconvirtió poco a poco en la capital mundial de los "platos voladores" (la agencia Associated Press los llama "flying disks"), con museo alusivo, festivales y merchandising por doquier (una taza de cerámica con la impresión de la primera plana del diario que dio la primicia se consigue a diez dólares). También dio inicio a una subindustria del entretenimiento de la que Hollywood y el mercado editorial supieron sacar provecho con creces.
Hace 66 años que miramos al cielo buscando respuestas, casi como rezando en una nueva religión. Hace 66 años nacía el mito, o tal vez el mito dejaba de serlo para volverse una realidad palpable... todo depende del lado de la historia que tengamos ganas de creer... porque al fin y al cabo, el universo en infinito, y todo se vuelve en una cuestión de fe...
Portada digital del diario de Roswell |
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