lunes, 11 de octubre de 2010
¿Qué ves cuando me ves?
Uno de los trucos publicitarios por excelencia es el conocido como "mensaje subliminal". El Diccionario de la Real Academia Española define como "subliminal" al estímulo que "por su debilidad o brevedad no es percibido conscientemente, pero influye en la conducta". O sea, una parte de nuestro cerebro capta esa imagen (o descifra ese mensaje), aunque nosotros no nos demos cuenta. La pregunta del millón es: ¿en qué grado puede influenciar en una persona un dibujo o mensaje "oculto"?
Probablemente, todos hayamos escuchado hablar del hombre desnudo que se encuentra "escondido" en el camello del atado de cigarrillos. Y también es probable que a ningún adulto le genere algún tipo de interés o morbo dicha imagen; no obstante, entre adolescentes la cosa cambia. Recuerdo que cuando estaba en los primeros años de la adolescencia, el tema generó "debates" en muchos ámbitos (escuela, familia, amigos), todos ligando el hecho a "las tentaciones del sexo". Mientras se hacía foco en el sexo, la empresa había logrado su objetivo, que no era ni más ni menos que poner un paquete de cigarrillos en manos de personas que están ávidas por hacerse adultos, por vivir nuevas experiencias, por probar nuevas sensaciones... como prender un cigarrillo. ¿Y el sexo? ¿Y el hombre desnudo que tanto le quitaba el sueño a los adultos? Bien, gracias.
Que la publicidad subliminal existe no es ninguna novedad. Tampoco debería serlo que lo que busca es vender, instalar una idea pero con respecto a su producto. La idea es que la gente pueda descubrir estos "pequeños mensajes para algunos pocos elegidos", y de esta forma, habrá logrado instalar el tema y la marca. La gente hará el resto.
En muchos casos, no pasa de un simple juego para ojos entrenados. Por ejemplo, buscando ilustraciones en la web, encontré un caso (no lo descubrí yo) cuyo mayor mensaje podría ser "si hay juegos violentos y tu prefieres éste...". En la ilustración siguiente se puede ver que algunas de las letras del juego están destacadas con una "estrellita" o "brillo": U-R-M-R-G-A-Y. Si queremos hilar fino, en inglés se apocopa you are con las letras u (cuyo nombre suena iu) y r (ar), y esto significa "tu eres". Las siguientes letras M-R no serían otra cosa que Mr (señor), y las tres restantes... no necesitan mucha explicación. Ergo, "si hay juegos violentos y tu prefieres éste, tu eres Mr. gay". Pero... ¿por qué una empresa querría decirle eso a su cliente?
Otra teoría publicitaria es que nada vende más que el sexo. Entonces, pongamos sexo en donde se pueda... ¿y en donde no se pueda? También. Son muchísimos los casos en donde se cuela una imagen, en algunos de ellos, demasiado rebuscada. Aunque dudo de que el mensaje esté ligado al sexo en sí (como en el caso del cigarrillo), sino más bien que éste es el anzuelo para que nuestra mente recuerde el aviso, y principalmente la marca. Y no olvidemos la mejor vía publicitaria del mundo: el boca a boca. "¿Viste lo que esconde el aviso de 'xx'?", esta frase servirá para que lo busquemos por cielo y tierra, y ser así del grupo de los "elegidos"; comprobado el mensaje oculto, seremos nosotros mismos quienes repliquemos la pregunta entre nuestros conocidos.
Supongo que, hoy en día, no debe tan efectivo el hecho de "esconder" mensajes sexuales en las publicidades y películas, pues ya se ha vuelto tan explícito todo que imagino que no generaría el impacto que podría haber causado hace un par de décadas. No obstante ejemplos sobran, y en youtube existen muchísimos (algunos muy exagerados, otros demasiado contaminados por la ideología religiosa, y otros más bastante "improbables"). Sin embargo, todos ellos interesantes, pero sin duda para verlos con ojo crítico.
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