Buenos Aires es una ciudad joven (históricamente hablando, claro está), pues no llega a 500 años de vida. Si tuviésemos que arriesgar una respuesta sobre cuál el monumento más antiguo que posee, podríamos aventurar hipótesis tales como el Cabildo, la vieja Aduana (que se encuentra debajo de la Casa de Gobierno), la Iglesia de San Ignacio (el templo más antiguo), etc. Y no estaría mal pensar así, si desconocemos que el monumento al que hacemos mención no sólo no fue construido en estas latitudes, sino que, además, tiene más de 2.000 años sobre la tierra.
En efecto, a mediados de la década de 1955, la Municipalidad de Roma donó una columna que extrajeron de las excavaciones que realizaban en donde se encontraba el Foro Romano (en este lugar se realizaban los intercambios comerciales, allí también se celebraban los actos políticos y judiciales, su importancia radica en que se encontraba en un lugar clave, en la encrucijada de las principales vías de la ciudad).
La columna romana de casi 1,90 metros de altura y 55 centímetros de díametro se emplazó, en principio, en Av. del Libertador y Luis María Campos, pero en septiembre de 1984 se decidió trasladarla a la más "apropiada" Plaza Italia, junto al enorme monumento al político y militar italiano Giussepe Garibaldi (réplica del erigido en Brescia, Italia).
Como cualquier monumento, en alguna época la columna tuvo su placa de bronce (tal como se ve en la foto), que luego fue saqueada, como la mayoría de las placas que se encontraban diseminadas por Buenos Aires, para ser vendidas en el mercado negro y fundidas. Ella decía: "De la Ciudad de Roma a la Ciudad de Buenos Aires en simbólico testimonio de amistad fraternal".
Un regalo muy valioso que pasa completamente inadvertido en uno de los lugares más concurridos de Buenos Aires, y que, además, no cuesta nada visitar.
Antiguo Foro Romano |